El motor, la pieza más cara y probablemente la más importante del vehículo, debe tratarse con sensibilidad. Esto garantiza que dure mucho tiempo y pueda hacer su trabajo en consecuencia. A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo tratar su motor para protegerse contra fallas prematuras.
Cuidado del motor: ¿a qué debería prestar atención?
Los daños menores pueden convertirse en defectos mayores con el tiempo, por lo que es fundamental comprobar periódicamente las piezas de desgaste y sustituirlas si es necesario. También es importante utilizar adecuadamente los instrumentos del vehículo. Las luces intermitentes de advertencia o indicadoras no deben tomarse a la ligera, sino que deben revisarse inmediatamente, incluso si el automóvil aún se puede conducir. Es importante no ignorar estas advertencias, ya que un vehículo en marcha con algunos problemas puede desarrollar más en muy poco tiempo. El aceite del motor debe cambiarse a intervalos apropiados, ya que proporciona lubricación entre las partes móviles del motor. Sin lubricación, estas piezas rozan entre sí, provocando abrasión y otras molestias. El cambio de aceite del motor debe cambiarse como máximo después de 40.000 km: sobre todo hay que respetar las indicaciones del fabricante, que están recogidas en el libro de mantenimiento del vehículo. También recomendamos comprobar el nivel de aceite cada 1.000 km para poder juzgar cuando tiene sentido un cambio. Un detalle importante a tener en cuenta es la temperatura del motor. Si el motor se calienta demasiado, se debe apagar para evitar daños importantes a la unidad. Por lo tanto, conviene rellenar el refrigerante cada dos años, ya que se evapora con el tiempo.
Influencia del estilo de conducción personal en el motor.
La lubricidad del aceite del motor se ve afectada al conducir constantemente en distancias cortas porque el motor nunca se calienta realmente. Además, hay algunos propietarios de vehículos que conducen el depósito casi vacío antes de repostar. Sin embargo, esto puede hacer que las partículas de suciedad del fondo del tanque se atasquen en el filtro de combustible, lo que puede provocar una obstrucción.
El motor agradece al conductor si se calienta lentamente, ya que los arranques en frío tienen a la larga consecuencias desastrosas para la salud del motor. Por este motivo, se deben evitar las altas velocidades durante la fase de calentamiento. Si observa la pantalla de temperatura, podrá estimar el momento adecuado para velocidades más altas. La otra cara de la moneda es que algunos propietarios de vehículos, por error, dejan que su coche se caliente mientras está parado, lo que está prohibido por el StVO y tampoco es realmente eficaz. Por razones medioambientales y de eficiencia, tiene mucho más sentido empezar inmediatamente a conducir a baja velocidad. Con un motor nuevo , esto es un poco más complicado porque los componentes móviles todavía tienen que rechinar entre sí. Este debe rodarse durante unos 1.000 km antes de someterlo a velocidades más altas. Se supone que el motor estará protegido si lo deja en ralentí durante unas horas para poder terminar esta fase rápidamente. Sin embargo, este procedimiento es extremadamente perjudicial para el motor, ya que puede dañarlo en un instante, porque la baja presión de la bomba de aceite a veces hace que el aceite no pueda llegar a todos los puntos cruciales de lubricación.
Conclusión
Un motor que recibe el tratamiento adecuado puede permanecer en buenas condiciones mucho más allá de su vida útil prevista.